La oración nos dará una actitud contemplativa que debe prolongarse en la acción, descubriendo a Dios en todas las cosas.
Toda nuestra acción misionera es alentada y mantenida por la CONFIANZA en el Corazón de Cristo.
La fraternidad Universal nos enriquece, anuncia y testimonia que todas nos sentimos hermanas siendo de diferente culturas y nacionalidades.
Ser misionera “Ad Gentes”, supone estar dispuesta a ir a cualquier país donde la Compañía esté presente.
En actitud contemplativa descubriremos en los pobres los mismos rasgos de Jesús y desde ellos anunciaremos el Evangelio a todos los hombres.
La encarnación es el proceso que nos lleva a la inculturación del mensaje.
Esta opción nos sitúa en lugares y grupos y personas donde nos vemos ante la exigencia de trabajar por la promoción humana y defensa de la justicia.