La Madre Pilar Navarro nació en Cuenca en diciembre de 1908, entrando en la incipiente Compañía el 20 de febrero de 1942. Ella es justamente considerada por el Decreto de Erección y por todas las Misioneras como la Fundadora de la Compañía, ya que ella tomó a su cargo la pequeña Comunidad poco después de su entrada, cuando todo parecía derrumbarse de un momento a otro.
Ciertamente ella ha dado a la Compañía su vida entera. Su fe inquebrantable en Dios, su incesante trabajo, su ardiente corazón, han hecho posible todo lo que hoy existe en la Congregación.
Ha desempeñado el cargo de Superiora General desde 1944 a 1966. De la nada, mejor dicho, de su fe y confianza en la Voluntad de Dios y su Providencia, ha construido sobre base firme una Institución Misionera que ha extendido su trabajo apostólico por todo el mundo.
La Madre Pilar Navarro le ha infundido un amplio, sobrio y alegre espíritu sobrenatural con su palabra y con su ejemplo. Dentro de las posibilidades de la Compañía, ella promovió desde el principio una sólida formación intelectual y práctica, y sobre todo religiosa en sus misioneras, aún en medio de incontables obstáculos.
A su lado no podemos omitir a la M. María Isabel Alonso, Vice-Superiora General desde los principios de la Congregación y fiel colaboradora y ayuda insustituible de la Madre desde el primer momento. Y junto a ambas, el grupo de las primeras misioneras, que en colaboración íntima y entusiasta, pusieron los cimientos en la obra de la Compañía.
La Madre Pilar Navarro falleció el 23 de Marzo de 2006.